Nosotros los contadores, como cualquier otro profesional, debemos cumplir los principios, las normas y las reglas propias de la profesión. Sin embargo, por el entorno en el que nos desarrollamos, estamos expuestos continuamente, por ejemplo, al laborar en una institución financiera por la naturaleza de las operaciones, los empleados no deberían endeudarse ya que, al trabajar con dinero por su cercanía y abundancia, es una tentación latente para vulnerar las normas.
Ante los sonados casos de fraude a nivel corporativo en empresas de envergadura mundial, que afectaron la economía global, donde se maquillaba la información financiera, nos preguntamos si los contadores de esas empresas, formados en universidades como las de Harvard, desconocían los principios, las normas contables y sus valores personales, afectando la moral y la ética. La respuesta es no.
Como sabemos, el primero en escribir acerca de la Partida Doble fue Benedetto Cotrugli, en el medioevo. Sin embargo, por las limitaciones de la época, no se dio a conocer en la magnitud, que, sí alcanzó Fray Luca Pacioli, quien es considerado el padre de la Contabilidad. Una demostración inequívoca que la falta de valores no es exclusividad de nuestro tiempo.
Consideramos a las universidades, como el espacio a donde se debe apuntar para enseñar, a los futuros contadores, la importancia de la ética en la profesión. Debemos resistir las tentaciones propias de la información contable cuando se emiten los estados financieros, aun cuando, no satisfacen a los consejos de administración, ni al gobierno corporativo, pero afectan los intereses del público. Nos encontramos en la tarea de reportar los informes dentro de los linderos de las normas y principios, sin importar los intereses particulares. Una contabilidad apegada a una cultura ética como la que nos enseñaron a vivir en nuestros hogares, con valores como la honestidad y la responsabilidad, garantizan reportes contables-financieros transparentes y con respeto a todos los grupos de interés.
La importancia de la ética en la formación profesional del Contador Público, ha impactado positivamente en la toma de decisiones de la Alta Dirección, considerando la labor de los contadores públicos como una herramienta clave para mejorar el proceso de toma de decisiones.
Los programas de estudios de contabilidad, ofrecen a los alumnos casos de análisis para evaluar si los contadores actúan con conducta ética en el desarrollo de su formación profesional; conceptos acordes a la época en que vivimos transparencia y ética. Los valores muestran el compromiso de las universidades de formar profesionales expreso con respeto a las normas legales, tributarias internas y externas, buscando el beneficio de la sociedad.