1.- Sabes escuchar a las personas: La mayor virtud de un psicólogo es la capacidad de escuchar a las personas. Es la base sobre la que se construyen los diagnósticos. Los psicólogos cuentan con una capacidad especial: la de mantener una plática fluida y distinguir lo realmente importante de lo que no lo es.
2.- Te apasiona leer y conocer: Es obvio que la psicología es una carrera sumamente interesante y con un campo de conocimiento muy basto:
- Psicología social.
- Neuropsicología.
- Recursos humanos.
- Teorías del comportamiento humano.
- Resolución de conflictos.
3.- Tienes una buena capacidad de análisis: La capacidad de análisis es clave en la mayoría de las carreras, pero en psicología, toma un papel muy relevante. Hay que ser muy cuidadoso y tener una buena capacidad de análisis para evitar diagnosticar algo que no está ahí.
4.- Eres asertivo y objetivo: La gente visita al psicólogo para descubrir los problemas que hay detrás de su comportamiento. Tendrás pacientes que tienen heridas psicológicas muy profundas de las que no pueden hablar fácilmente.
5.- Empatizas con la gente: La empatía es una característica esencial para poder comprender el pensamiento de las demás personas. Los psicólogos empatizan fácilmente, ya que entienden y sienten las preocupaciones y problemas que pueden tener.
6.- Te gusta interactuar con las personas: La carrera requiere desarrollar varias habilidades sociales para generar confianza y cercanía con los pacientes. Sólo así se sentirán cómodos al contarte sus problemas.
7.- Eres de mente abierta: Es vital que seas una persona con una mentalidad abierta que entienda y comprenda la diversidad del ser humano y no la juzgue. Los psicólogos han sido fundamentales en los avances sociales de nuestra época, forzando a abrir nuestra mente a la diversidad del ser humano.
8.- Te gusta ayudar a los demás: La vocación de ayudar a los demás. Como psicólogo, tendrás la oportunidad de dedicarte a una profesión bien pagada y desarrollar conocimientos para ayudar a resolver miles de problemas, pero siempre con la idea de ayudar a otra persona.
Fuente: www.psicologia.com